” La esperanza, es la carga mas pesada que un hombre puede cargar. Esa es la desgracia del idealista”
Firmado por: El Condicionado. Raimundo Arruda Sobrinho

jueves, 13 de febrero de 2014

El poeta

                                                               No me gusta la lluvia cuando viene 
sosegada y apenas, si no tiene 
la condición de sacudir el mundo.
(Enrique Gamarra -Las raíces-1972-)

   Una lluvia, entre lloviznosa y chaparronera, cae sobre el sur del Chaco argentino desde hace algunos días. La resolana persistente de los cuarenta y ocho grados de los días previos aun persiste en las habitaciones, en el silencio guardado de los placares; entre los libros, que aguantan la inclemencia tan cerca de las paredes, apretujados y mudos, ladrillitos de la vida, postigos, que cuando uno los requiera pueden abrirnos los paisajes más inesperados.
   Entre ellos estará Las raíces. Creo recordar que es el primer libro publicado por el poeta Enrique Gamarra. El ejemplar que atesoro tiene una dedicatoria,  manuscrita y autografiada, a su amigo escultor Enrique Mariscal. El volumen, frágil y mal cuidado llegó a nuestras manos en una casa en la que vivimos en los días de estudiante en Resistencia. Mariscal era el vecino de ahí a la vuelta y sus hijas, altas y exuberantes valquirias, eran amigas de la hija de nuestra casera. 
  Para no decir que esta apropiación fue un alevoso robo, podemos justificarla como un rescate de emergencia. Por otra parte,que no fue el único libro rescatado de emergencia en esa casa y que aun guardamos y cuidamos amorosamente. Pero Las raíces, específicamente, coincidiendo con una época en que más de un libro aparecía con ese nombre, (verbigracia aquel de Alex Haley que narraba la odisea de una familia negra víctima de la comercialización de esclavos) nos descubrió la literatura chaqueña de escritores chaqueños. 
   Si bien ya habíamos leído algunos, entre ellos el extremadamente homenajeado Aledo Luis Meloni, a quien también admiramos razonablemente. Después vinieron todos los otros, a saber,nuestro amado Alfredo Veiravé de quién también ya habíamos leído algo pero a quién aun no habíamos "descubierto". Pero Enrique Gamarra fue un gran amor que ha dejado cenizas. En reiteradas ocasiones iniciamos ciclos escolares, frente a alumnos que sabíamos renuentes de antemano, recitando a voz en cuello los bramidos poéticos de este criollito triste, tan olvidado y tan nuestro. 
   Y era una revancha moral ver a los mocosos apabullados por la fuerza, la olorosa ternura, el palabrerío insoslayable de este poeta ninguneado, a veces cuestionado sin fundamentos, nunca suficientemente reconocido como nosotros ( y acaso él también) creemos que se lo merece.
Enrique Gamarra nació en 1933, en Haumonia, un pueblo casi inexistente en el sureste del Chaco. Gran parte de su obra alude a ese paisaje rudo, a la  pobreza ineludible de estas regiones, a la naturaleza desgarrante y arbitraria que nos ha tocado en suerte. Gamarra ha escrito también novelas y ha dedicdo su vida a la docencia. 
   Escritor y docente. Oficios de soñador. Enrique Gamarra, criollito de Chaco adentro, campesinito emigrado a las urbes ruidosas, profesor, poeta del humo y la pobreza, señor de los pastizales (que tanto se extrañan cuando se camina el cemento de la capital), hoy, aquí, bajo esta lluvia insegura y contradictoria, desde este bulevar donde tanto hemos cantado a gritos tus calientes versos, te nombramos, removiendo cenizas.


Dejamos enlaces para empezar a leer a E.G.,si os apetece:
http://www.institutodecultura.com.ar/2010/06/con-la-antologia-poetica-de-enrique.html
http://decidor.blogspot.com.ar/2007/01/enrique-gamarra.html
http://www.euskonews.com/0532zbk/kosmo53201es.html

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